Palabras de despedida del Director a 4° medio 2022

Al iniciar este discurso me dirigiré brevemente a todos para luego hacerlo en particular a nuestros egresados.

La graduación de estos jóvenes que hoy nos dejan como estudiantes, en lo personal es muy especial para mí. Si bien he tenido muchas en este tiempo que llevo como director, es la primera que me toca en nuestro colegio y les doy mi palabra que no podría haber sido mejor, con estos jóvenes, con este curso. Por eso quiero comenzar dando gracias por todo lo que ustedes, en este corto año, han hecho hacia mí, al equipo directivo y al colegio. Han sido muy generosos en su cariño y genuinos. Han hecho que este año haya sido mucho mejor, a pesar de las dificultades que surgieron en el retorno a la presencialidad total, luego de dos años muy complejos.

A los profesores que han sido parte de la vida de estos jóvenes, quiero agradecer el trabajo realizado con cada uno de ellos, pues ha sido un complemento esencial a la tarea de sus familias, a todo lo que sus padres han hecho. A los profesores jefes que pasaron por sus vidas y que hoy los entrega a sus familias como hombres y mujeres que aportarán a la sociedad.

A los auxiliares y administrativos que han sido parte de la historia de estos jóvenes, que los han contenido, alentado, consolado y reído, les agradezco su rol en estos años.

A ustedes, queridos egresados.

El paso por el colegio es parte de una historia que tiene un inicio y que cada uno de uds individualmente construyó y aportó para constituirse en un grupo. Cualidades distintivas poseen todo grupo. Pero ustedes tienen una en particular: son la primera generación egresada post pandemia. ¿Por qué puede ser algo espacial este tema? Básicamente porque estoy seguro que el mundo como lo conocíamos es muy distinto. Y les tocará enfrentar la educación superior en ese mundo distinto; con formas diversas de vincularse, de estudiar y luego trabajar.

Estoy convencido que todos aquellos jóvenes que vivieron estos dos años tienen muchas más habilidades que aquellos que no hemos pasado estos sucesos como jóvenes. Algunos de ustedes lo han pasado mal. Quizás tienen familiares que enfermaron, quizás otros fallecieron. Papás que quedaron sin trabajo y les costó mucho recuperar, lo que implicó días complejos. Estas cosas claramente fortalecen, les da un peso mayor.

Quiero pedirles que trabajen sus defectos. No existe a mi juicio, peor forma de afrontar la vida que no hacerse cargo de aquello que nos pesa. Avancen en mejorar aquellas cosas que cada uno de ustedes sabe que podría mejorar. Este trabajo, queridos jóvenes, es central en el camino del crecimiento personal que luego pueda ser traspasado a la sociedad, a su familia, cuando sean madres y padres, cuando estudien y trabajen. Si se presentan adversidades, no da lo mismo cómo superarlas.

Les pido que sean leales a lo correcto, aspiren al bien, sean jugados y aguerridos, respeten las ideas de otros, pero sean enfáticos en defender las propias sin la violencia como medio.

La sociedad actual nos ha entregado un paradigma de exitismo, una realidad impuesta que está construida en arena, pero que nos han hecho creer que está construida en roca. LO FÁCIL ES CASI SIEMPRE CORTO EN BENEFICIOS Y PELIGROSO.  

Les quiero pedir que se sumen a la sociedad, al mundo real con las convicciones y realismo, con la seguridad que se puede cambiar el mundo de verdad y que cada uno de ustedes puede hacerlo.

Para finalizar, me gustaría hacerlo pidiéndoles algo que a las 13 generaciones de 4° medio que me ha tocado dedicar palabras de despedida les he dicho y que afortunadamente no pasan de moda:

1. Amen con pasión lo que vayan a hacer en el futuro. Entréguense con convicciones profundas en lo que hayan elegido para realizarse. En lo que hagan, quiero pedirles que sean exigentes con ustedes mismos, que no escatimen en esfuerzos para alcanzar las metas que se impongan.
2. Amen a su patria con fuerza, a la que los vio nacer y aquellos que se han sumado porque sus familias han escogido para hacerla suya. Ténganla presente a cada instante. Crean que lo que hacen no sólo afecta a su entorno inmediato, sino que tiene repercusiones en el país que queremos construir. Nuestro Chile no se hace solo, lo hacemos entre todos. Chilenos por tierra y por adopción. Practiquen la democracia, sean activos en la elección de los destinos de nuestro país. No da lo mismo quedarse al margen, no da lo mismo que nuestros representantes no los representen.
3. Actúen con justicia sin pensar en el beneficio personal. Aspiren a lograr que la sociedad de verdad sea equitativa, quiero pedirles que les duela la injusticia, que los provoque la inequidad.
4. No le teman al fracaso. Consideren esta posibilidad en lo que hagan porque no hace mal tener tropiezos, así se aprende mucho.
5. Por último, cuando cada una de las cosas que hayan hecho, o las anteriores que le he pedido no den el resultado, perdiendo a diario las fuerzas en ese camino, recen… recen con fuerza y fe, crean que no están solos, que Dios los cuida y los lleva, que hay una historia que se ha ido construyendo con cada uno de ustedes en este camino, ya que los pensó desde antes que nacieran, que los lleva en sus manos. UN salmo, el que más me gusta, dice “Ya que has puesto al Señor por tu refugio, al Altísimo por tu protección, ningún mal habrá de sobrevenirte, ninguna calamidad llegará a tu hogar. Porque él ordenará que sus ángeles te cuiden en todos tus caminos. Con sus propias manos te levantarán para que no tropieces con piedra alguna”.

Queridos jóvenes, en sus manos está el futuro que quieren construir, tómenlo con fuerza y se darán cuenta que la vida es más amable cuando se ama lo que se hace.

Los queremos mucho, esta es su casa, los esperamos de vuelta.

Mauricio Muñoz Ravera

Director

Colegio Teniente Dagoberto Godoy El Bosque