Victimas de agresión sexual: ¡No al Silencio!

En los últimos cinco años, el Ministerio Público ha recibido más de 81 mil denuncias por delitos de abusos sexual. No obstante, los expertos señalan que esa cifra puede ser mayor, por el gran porcentaje de víctimas que no denuncia. Temor, angustia, verguenza son algunas de las sensaciones por las que transita la víctima.

Cómo detener este flagelo, qué debe hacer la víctima, dónde acudir, cuál es el rol de la familia, el colegio y la justicia son algunos de las interrogantes que te ayudamos a dilucidar y que pueden evitar que este delito siga creciendo día a día en nuestro país.

En Chile, actualmente hay un promedio de 20 mil denuncias al año de casos de abuso sexual infantil. No obstante, se estima que entre un 80 y un 90 por ciento de los casos no son denunciados. De hecho sólo en el primer semestre del 2017, los delitos de abusos sexuales aumentaron casi un 6% comparado al periodo anterior. De esos, un 74% corresponde a víctimas menores de 18 años. Según consigna el diario El Mostraron a raíz de la aprobación de la Ley "No Me Preguntes Más".

Pero para comenzar a hablar de este delicado tema, hay que tener claro el concepto. Hermann Melcherts, Subcomisario del Departamento de Apoyo y Acción Comunitaria (DACOM) de la Policía de Investigaciones de Chile explica que: "el abuso sexual es un delito concreto considerado en nuestro Código Penal en su artículo 366. No es el único ilícito de esta índole en nuestra legislación, pues existen otros como la violación o el estupro, sólo por dar un ejemplo. Para referirnos en genérico, lo correcto sería hablar de delitos o agresiones sexuales. Estos son delitos que por su naturaleza sensible y compleja implican un abordaje especializado y que afectan, principalmente, dos bienes jurídicos: la indemnidad sexual o la libertad sexual, dependiendo de la edad de la víctima".

Según un oficio entregado por la Fiscalía Nacional al Congreso y publicado en septiembre pasado por el Diario La Tercera, entre el 1 de enero de 2012 y el 31 de julio de 2017 ingresaron al Ministerio Público 81.171 denuncias por delitos de abuso sexual, de las cuales el 69% tiene como víctima a menores de 14 años, mientras que el 31% afecta a mayores de esa edad.

Pero, ¿es posible detectar a tiempo este flagelo?, ¿las víctimas presentan algún cambio o dan señales del infierno que vivieron o viven? "Existen diversos indicadores que pueden dar indicios de que ha existido una agresión sexual. Estos van asociados, principalmente, a cambios bruscos de comportamiento en las víctimas，sobre todo cuando hablamos de niños. Ahora bien, hay que ser prudentes también al evaluarlos, pues un indicador tampoco constituye un elemento absoluto e inequívoco. Lo importante es poder estar atentos y tener un rol observante que nos pueda ayudar a advertir situaciones de este tipo. No obstante, el relato del delito sexual realizado de propia iniciativa por la víctima, ya constituye un elemento suficiente para concretar sin demoras la denuncia ante la autoridad competente", señala el Subcomisario de la PDI.

Por ello, como padres es fundamental estar atentos y conversar con nuestros hijos día a día. Tal como lo recomienda el oficial Hermann Melcherts: "es fundamental relevar el valor de la comunicación en el hogar, de manera tal de que un niño sienta confianza para dar cuenta lo antes posible de algún hecho que le genere angustia o incomodidad. En esa misma línea es vital darle valor a sus sensaciones y emociones, ya que los niños se vinculan desde esa vereda y no necesariamente desde la racionalidad como lo haría un adulto. Por otra parte y sin perder de vista que somos los adultos los responsables de su cuidado, es importante también entregarles herramientas de autocuidado como reconocer su cuerpo, sus partes íntimas y darle a las mismas el valor que corresponde".

En esa línea, en Red Educacional Crecemos, todos sus colegios han realizado un extenso trabajo para trabajar el tema de la sexualidad desde distintas áreas, tocando el tema de la agresión sexual desde distintas aristas, de acuerdo a la edad de los estudiantes.

Por ejemplo, en el colegio Dagoberto Godoy Lo Prado, Paulina Salas, Encargada de Convivencia cuenta que, "con los estudiantes - de 1º básico a 4º medio - trabajamos el programa de aprendizaje de la sexualidad, afectividad y género del FACSO de la Universidad de Chile (PASAGE). Las unidades de trabajo se llevan a cabo en la hora de orientación y se planifican de acuerdo a la etapa de desarrollo y las necesidades y características de cada curso o nivel; son los profesores jefes quienes realizan las sesiones de trabajo. Todos los docentes fueron capacitados, al igual que el equipo de convivencia escolar para realizar esta actividad. También se realizan talleres de prevención del Grooming a los estudiantes de 5º y 6º básicos y charlas sobre Prevención de infecciones de transmisión sexual y embarazo no planificado a los estudiantes de 8º básico y 1º medio.

Por último, con los docentes cada año realizamos un taller de prevención del abuso sexual en la escuela, en el que se aborda la temática del abuso en tanto general y particular, también las formas de prevenir el abuso en la escuela y se revisa el protocolo que tiene el liceo para abordar los casos de abuso que se puedan presentar".

En concreto, en este colegio, "a los niños pequeños se les explica la violencia sexual desde su propia corporalidad, enseñándoles a leer las señales que les da su propio cuerpo, por ejemplo, el cuerpo 'avisa' cuando algo no está bien, una caricia o una mirada que no corresponde, duele el estómago, se siente un peso en el pecho. Esta es la manera correcta, si entendemos que un gran porcentaje del abuso sexual en niños las realiza el padre o la pareja de la madre y otro porcentaje no menor, por conocidos de la familia. También se les enseña a distinguir los buenos y malos secretos. Por otra parte, a los niños más grandes y adolescentes se les enseña desde situaciones prácticas y cotidianas, por ejemplo a irse a la casa acompañados, a no aceptar cosas de desconocidos, a utilizar bien las redes sociales, a tener un adulto de confianza al cual le puedan contar lo que les sucede y los pueda orientar, a resguardar información familiar, entre otras cosas. En general, a reconocer lo que quieren y no quieren, y saber expresarlo de buena forma", dice Paulina Salas.

Por su parte, Karín Bravo, Coordinadora Académica de Enseñanza Básica del colegio Santiago La Florida asegura que en el establecimiento se han realizado charlas educativas en los sextos básicos sobre temas relacionados con la sexualidad, mientras que en kínder han trabajado con actividades durante sus clases y disertaciones por parte de los alumnos sobre el conocimiento de su cuerpo y el cuidado que deben tener para su correcto desarrollo. "El programa de sexualidad está orientado a que el alumno identifique situaciones de riesgo con respecto a la sexualidad y sepa reaccionar correctamente frente a estas situaciones", especifica.

La policía también juega un rol fundamental para las víctimas y su entorno. En Chile, las denuncias pueden realizarse en Carabineros, PDI o en el Ministerio Público. "Ante la certeza de que ha existido una agresión sexual, lo importante es ser un verdadero apoyo emocional para la víctima, escuchándola, creyéndole y acogiéndola, para posteriormente concretar el proceso de denuncia en la Policía de Investigaciones de Chile, Carabineros o el Ministerio Público. Cabe recordar que la PDI cuenta con las Brigadas Investigadoras de Delitos Sexuales y Menores, Brisexme, unidades especializadas en esta materia que están ubicadas a lo largo de nuestro país", señala Hermann Melcherts, Subcomisario del Departamento de Apoyo y Acción Comunitaria (DACOM) de la Policía de Investigaciones de Chile.

Si eres víctima de agresión sexual, habla con alguna persona de tu confianza y denuncia a la justicia. Si eres padre y ves que tu hijo ha cambiado bruscamente su personalidad y conducta, pregúntale qué pasa, escuchalo, averigua que pasa en su entorno, no te quedes sentado. Este flagelo nos puede afectar a todos. Nadie está libre.