Bullying Escolar: Tarea Incompleta para los Chilenos

No respeta género, condición social ni edad. Las cifras oficiales aseguran que este fenómeno ha ido en aumento. Los especialistas advierten que la prevención, abordar los casos de violencia desde sus inicios y empoderar a quienes son testigos de este flagelo son claves para frenar una situación que, incluso, puede terminar con la vida de quien lo sufre.

En mayo recién pasado, el Instituto Nacional de la Juventud, INJUV, presentó el estudio Bullying en Establecimientos Educacionales 2017, el que arrojó alarmantes cifras. El sondeo reveló que el 84% de los jóvenes ha sido testigo de bullying en su lugar de estudios, mientras que un 61% ha sido víctima de estos actos a través de maltratos verbales como insultos, burlas o amenazas en el espacio educativo.

El estudio que se realizó a 1.011 jóvenes de todo Chile, de distintos estratos socioeconómicos develó, además, que el 83% de ellos está "de acuerdo" con que las personas que hacen bullying lo realizan para sentirse admirados o validado en su grupo, mientras que el 79% manifestó estar "de acuerdo" con que los amigos incentivan o presionan a hacer el bullying a otros.

Nicolás Farfán, director de INJUV asegura que "durante los últimos años hemos visto cómo los hechos de bullying se han incrementado en los establecimientos educacionales y, a la vez, de cómo estos actos han afectado sicológicamente a las jóvenes víctimas".

El ejecutivo también demostró su preocupación por las víctimas que no denuncian estas prácticas: "el sondeo muestra que el 62% de los jóvenes no considera que las agresiones fueron lo suficientemente importantes como para denunciarlas. Entrar en dinámicas de normalización y considerar estos hechos como típicos del periodo escolar o universitario, es una costumbre que como INJUV queremos erradicar entre los jóvenes".

Para muchos, el bullying es un concepto que se confunde con el de violencia escolar. Hermann Melcherts, Subcomisario del Departamento de Apoyo y Acción Comunitaria (DACOM) de la Policía de Investigaciones de Chile nos explica que las situaciones accidentales y fortuitas de violencia escolar no entran en esta figura.

"El bullying tiene tres características: La Intencionalidad de la Agresión, La Reiteración de la Misma y La Indefención de la Víctima. Es decir, como hay una víctima que no se defiende, hay alguien que agrede reiteradamente y se aprovecha de esta situación. Si ella se defendiera, estaríamos frente a una pelea, a violencia escolar, pero con otras características. Ahora bien, éstas son situaciones que también deben ser intervenidas, pero que no pueden catalogarse como bullying".

Trabajo en Terreno

Una realidad que debe formar parte del desarrollo de cualquier establecimiento educacional, no pueden ignorar el hecho y deben tener políticas para enfrentarlo. En Chile la Red Educacional Crecemos en sus siete establecimientos considera este problema desde "los reglamentos internos, donde en primera instancia se busca la reflexión y la mediación entre los implicados y, en caso que sea necesario, se involucran a los apoderados en este proceso. El fin es buscar acuerdos en conjunto y compromisos de ambas partes. Además, está la posibilidad de derivar a nuestra red de apoyo para buscar contención extra en caso de que sea necesario", nos detalla Camila Muñoz, psicóloga educacional e infanto juvenil del colegio Dagoberto Godoy de El Bosque. Gracias a estas políticas de acción, el establecimiento ha podido actuar a tiempo en situaciones en que el desenlace pudo ser otro.

Situación similar vive el Colegio Dagoberto Godoy La Granja. Allí su directora, Norma Albornoz señala que en los seis años que ella ejerce como máxima autoridad, sólo se ha presentado un caso de bullying y la razón se debe, como ella explica, a que "existe un Plan de Gestión de la Convivencia que tiene variadas actividades que buscan educar y prevenir conductas de bullying. Hay actividades que tienen que ver con problemáticas de los cursos, como maltrato entre pares, además se desarrolla tolerancia, empatía. Por otra parte, se realizan fiestas de valores donde se trabaja uno de los que son el fundamento de la institución: Respeto, Honestidad o Responsabilidad. Todo el colegio trabaja el valor, resalta las acciones concretas en donde se revela este valor y lo celebra con una fiesta. Desde que se realizan estas celebraciones han disminuido los problemas de convivencia".

Para el Colegio Santiago Quilicura, la prevención ha sido clave para que no haya casos de bullying en sus aulas. "Nuestro plan de acción preventivo se basa en charlas de redes de apoyos, como la Oficina de Interacción Comunitaria perteneciente a Carabineros de Chile, 49° comisaría de Quilicura, charlas sobre el reglamento de convivencia a los cursos dictadas por el encargado del área, apoyo desde el departamento de psicorientación a los estudiantes cuando presentan dificultades de comunicación ante un conflicto, presentaciones de obras de teatro relacionadas con el maltrato y el bullying (5° a 8° básicos) y otra relacionada sobre el consumo de drogas y los efectos en el entorno", especifica Marco Millaman, Encargado de Convivencia Escolar.

Pero la realidad a nivel nacional es muy distinta a lo que se vive en los establecimientos de la Red Educacional Crecemos. Según la Superintendencia de Educación, en 2016 se registraron 4.387 denuncias por maltrato a estudiantes, 12,1% más que en 2015. Aunque el maltrato sigue ocupando el primer lugar del total de denuncias que llegan a este organismo, el superintendente Alexis Ramírez ha asegurado que las cifras muestran "una mayor conciencia de la comunidad escolar, pues situaciones que antes estaban naturalizadas, hoy no lo están y hay una mayor disposición a denunciar". Y añadió que "las cifras 2016 muestran aumentos importantes en las denuncias correspondientes a maltrato psicológico (21,4%) y físico (20,4%) entre alumnos, lo que revela que las familias de hoy están colocando un stop muy claro, no sólo a los golpes, sino también a las descalificaciones, burlas, hostigamientos, ridiculizaciones y apodos que afectan la dignidad de niños y niñas".

Comunidad Escolar, Agentes de Cambio

Hermann Melcherts, Subcomisario del Departamento de Apoyo y Acción Comunitaria (DACOM) de la Policía de Investigaciones de Chile explica quiénes y qué pueden hacer ante un caso de bullying. "El primer nivel a intervención son los propios estudiantes a través de la empatía. Ellos dentro del curso tienen la capacidad de observar lo que está pasando. Si hay una situación violenta y hay un compañero que se está convirtiendo en víctima, ellos como pares pueden intervenir, mediar y tratar de devolverle la armonía al curso, entendiendo, inicialmente, que hay alguien que lo está pasando mal y que necesita ayuda. Si dejamos que la violencia se apodere del curso, ésta terminará convirtiéndose en la constante. Si no son capaces de solucionar el problema, los estudiantes deben derivar la información a los adultos de confianza y, en esa línea, entran obviamente los profesores del colegio, pero también la familia. Ese compañero que tiene un rol observador también puede comentar la situación en su casa. Así, todos los adultos de la comunidad escolar se empoderan con información fidedigna, se pueden tomar mejores decisiones y, en consecuencia, se realiza una mejor intervención".

El experto advierte que si se deja pasar mucho tiempo una vez que la acción es reiterada en el tiempo o no se toman las acciones necesarias, las consecuencias pueden ser graves. "Cuando dejamos que la víctima lleve su situación de forma individual, aislada, este problema comienza a crecer. En algún momento esto puede tener consecuencias y pueden estar tipificadas en nuestra legislación. En concreto podemos hablar de las amenazas, las que al reunir determinadas características en Chile pueden ser consideradas delito y principalmente las lesiones, llegando al punto más crítico ante la posibilidad de que un joven le quite la vida a otro o, incluso, del suicidio. Cuando eso ocurre, el problema cambia y abandona la esfera estrictamente escolar. Ante este escenario obviamente es necesaria la denuncia y si el agresor tiene 14 años o más, él deberá responder de forma individual ante la justicia en el marco de la ley de Responsabilidad Penal Adolescente", puntualiza Melcherts.

Y agrega: "lo ideal es concientizar y empoderar a toda la comunidad para no llegar a ese punto. Si en un establecimiento hay situaciones de bullying que no están siendo abordadas, porque efectivamente el colegio no quiere ver el problema o está actuando con desidia, esto puede ser llevado a la Superintendencia de Educación. Lo ideal para que eso no suceda es que el colegio no se ponga una venda. En casos de bullying que aún no tengan alcances penales, el colegio debe hacer uso pleno del reglamento interno, está facultado y obligado a generar y activar protocolos de acción para detener el fenómeno cuanto antes e intervenir tanto a la víctima como al agresor, sin perder de vista, además, el trabajo educativo de mediano y largo plazo con los espectadores, reforzando el vital valor de la empatía".

Por último, el Subcomisario del Departamento de Apoyo y Acción Comunitaria enfatiza que "el bullying es un fenómeno, pero uno que puede tener alcances penales. Puede traducirse durante días, semanas o meses en acoso marcado sólo por la relación asimétrica de sus protagonistas; ante esto es necesario agotar todas las instancias propias del contexto escolar. Ahora bien, cuando este hostigamiento tiene como consecuencia, por ejemplo, una amenaza de muerte seria y verosímil o una lesión contemplada en nuestro Código Penal, estamos ya ante un delito, por lo que se puede y se debe hacer la denuncia en la Policía de Investigaciones de Chile, Carabineros o Ministerio Público".

Por todo lo anterior, si eres víctima de bullying o has sido testigo de cómo un compañero agrede a otro, ya sea de manera verbal o física y reiterada en el tiempo, habla con alguien de tu confianza, ya sean tus padres o algún docente. No sientas vergüenza. No te escondas. Decirle no al acoso escolar es tarea de todos y todos debemos trabajar juntos para que esta realidad deje las aulas de nuestro país.